Lograr el desarrollo profesional y personal no es tarea fácil. Se puede tomar conciencia y ver con claridad que se trata de dar ese primer paso. Y ese primer paso consiste en (ni mas ni menos) salir de la zona de confort. Visualizar este primer paso como el causante de una posterior evolución personal, nos brindará nuevas perspectivas. Tales cuestiones afectarán directamente a nuestro crecimiento, tanto profesional como personal. Y a partir de ello, comenzaremos a transformarnos en ese recurso humano que todas las empresas buscan tener en sus equipos.

Por otra parte, siempre se suele pensar que el desarrollo personal deriva en un posterior desarrollo profesional. Pero hay momentos donde también se puede encontrar una situación inversa. El crecimiento profesional ha llevado a un crecimiento personal. Y esto puede deberse a:

  • Trabajo en equipo: ¿Has oído respecto a la diferencia entre un jefe y un líder? Al trabajar en equipo, el líder va junto a su grupo de trabajo. Lleva a cabo sus actividades gracias al aporte de cada integrante de su equipo. Y es respetado por sus pares. De este mismo modo, liderando o no, una persona que sea capaz de realizar sus actividades valorando el resto del trabajo en equipo, seguramente reciba el mismo trato de parte de sus pares.
  • Iniciativa: Podemos notarla a partir de la capacidad de tomar decisiones para comenzar nuevos proyectos y generar acciones. La iniciativa y la autonomía, muy valorada por las empresas, tiene como consecuencia el logro de objetivos personales.
  • Liderazgo: Tanto como la iniciativa, quien busque ser un líder en el ámbito profesional debe poseer y desarrollar características que también podrá ejecutar en su aspecto personal. La toma de decisiones personales, familiares o en cualquier relación social, permitirá una mejor gestión individual o colectiva de todas las actividades que se desarrollen.
  • Gestión del trabajo: Vinculada a la organización en el aspecto profesional, sin dudas que repercutirá a nivel personal.
  • Relaciones interpersonales: Ser una persona bien predispuesta y con una forma de comunicación clara contribuirá a un mejor clima laboral. La tolerancia y la flexibilidad son aspectos que interactúan tanto a nivel personal como profesional. Como consecuencia, la interacción con otras personas se volverá mucho mas fácil y amena.