La normalidad que nos dejó la pandemia ha llevado a las personas a pasar largas horas frente a su computadora participando en reuniones virtuales, dedicando muchas veces más tiempo a esto que a la propia operación que tiene encomendada. Si líderes y colaboradores gestionan mejor sus juntas a distancia, éstas serán menos desgastantes, la confianza en los equipos aumentará y las tareas asignadas se llevarán a cabo de manera más eficiente.
Cláudia Mourão lleva muchos años haciendo consultoría empresarial, principalmente en temas de liderazgo y desarrollo organizacional, pero desde que apareció la pandemia Covid-19 y con ella el confinamiento y el home office, las empresas la han buscado para pedir su ayuda y capacitar a gerentes y colaboradores para llevar a cabo reuniones en línea más eficientes y productivas.
“Algunas compañías comenzaron a hablarme por teléfono un poco desesperadas para decirme que no entendían por qué en las reuniones tanto líderes como miembros del equipo tenían apagadas sus cámaras. Percibían que este tipo de situaciones no estaban ayudando a generar una comunicación efectiva, lo cual se traducía en largas horas de reuniones y poco margen para realmente operar”, comenta la experta en Capital Humano.
Esto llevó a Cláudia, de origen brasileño, a estudiar cómo se llevan a cabo las reuniones en línea actualmente en las empresas y mapear las áreas de oportunidad que suelen tener líderes y colaboradores al momento de entablar una comunicación virtual.
Estos son aspectos en los que recomienda poner atención:
- Espacio adecuado. Las personas deben considerar previo a una reunión en línea cómo es el lugar en que estarán para llevar a cabo la reunión. Hay tres aspectos básicos a considerar: que la iluminación sea la adecuada, que el lugar esté recogido para no sentirse incómodo y que la computadora se apoye en una superficie que a la persona le permita tener una posición adecuada.
- Internet suficiente. Si en nuestra casa no tenemos una buena calidad en la red de internet, es mejor buscar otra opción. Las interrupciones pueden hacer parecer que hay desinterés de nuestra parte, además de que cortan mensajes que pueden ser claves para nuestra labor cotidiana.
- Contacto visual. La distancia ya hace difícil entablar una relación entre las personas, tratemos de no quitar la cámara para no dar pie a una mayor incertidumbre sobre posibles reacciones a lo que se está comunicando. El contacto visual también expresa confianza.
- El cuerpo comunica. El manejo del cuerpo es importante. Cuando balanceamos las manos comunicamos, pero también puede ser un elemento para utilizar a nuestro favor, por ejemplo, llevando a la otra persona a que focalice su vista de nuevo a nuestro rostro. Las manos no deben estar cerca de la cámara de la computadora, sino de nuestro tórax, para llevar la atención a lo que hablamos.
- El confort de la silla. La situación actual hace que las reuniones virtuales se prolonguen más de lo que lo hacían antes de la pandemia. De ahí que el lugar donde estamos sentados trabajando sea crucial para estar cómodos y focalizados en las reuniones. La silla no es un elemento utilitario más, sino una herramienta de eficiencia para hacer home office y teletrabajo.