Ha llegado el momento de cambiar el chip y obtener mejores resultados. La cultura de la jerarquía, del mando y de los imperativos está llegando a su fin. Solo los líderes que se den cuenta e inviertan en desarrollar sus capacidades de liderazgo serán capaces de dirigir su empresa al éxito.
Estas son 5 claves que puedes adaptar desde ya mismo para mejorar la forma de relacionarte con tus empleados. Son aptitudes. Quizás resulte un poco difícil adquirirlas, pero no desistas, todo mejor con la práctica.
1. Resalta los logros de tus empleados
Aquellas personas que han sido entrenados como jefes, para tomar decisiones de manera jerárquica de arriba hacia abajo, no suelen reconocer los logros de sus empleados ya que se les presupone.
Además, los jefes se enfocan más en decirles a las personas cuándo hacen algo mal, en lugar de mostrar que reconocen su trabajo. ¡Error! Recompensar a tu equipo por el buen trabajo no solo aumentará su motivación, sino también su lealtad hacia la empresa.
2. Apuesta por una comunicación bidireccional
Asegúrate de que tu comunicación con los empleados de tu empresa fluye en ambos sentidos. Esto significa que tienes que ser escuchado y entendido, pero también es importante que sepas escuchar. La comunicación debe ser bidireccional y saber aprovecharla hará que tu empresa siga creciendo en lugar de frenarse.
3. Conoce personalmente a los trabajadores
El objetivo de un buen líder debería ser conocer personalmente y profesionalmente a cada uno de los trabajadores y saber cuáles son sus principales habilidades y motivaciones. Hazte preguntas como las siguientes:
- ¿Qué motiva a cada uno de mis trabajadores? ¿Qué les desanima?
- ¿Cuáles son los puntos fuertes de los miembros de mi equipo? Como su líder, ¿estoy adaptando el trabajo a sus habilidades, fortalezas y habilidades?
- ¿Estoy creando un ambiente seguro que fomente su participación?
- ¿La empresa satisface las necesidades de los miembros de mi equipo?
Esto te ayudará a saber qué esperan ellos de ti, de la empresa y del trabajo que están realizando, así que podrás motivarles de una manera mucho más fluida.
4. Adecua los puestos de trabajo a las personas
Esto quiere decir que deberás asegurarte de que cada empleado desempeñe el puesto que más se ajuste a sus habilidades y competencias profesionales. Si una persona no está capacitada para desempeñar las actividades de su puesto de trabajo, se desmotivará muy rápido. Y esto puede suceder porque se sienta insegura y estresada debido a la falta de preparación para cumplir con los requisitos del trabajo. Pero también puede deberse a una sobrecualificación.
5. Crea y comunica una visión compartida de futuro
Es importante que involucres al personal en las metas y objetivos que se espera que logren. Deberás tener en cuenta sus opiniones y establecer los objetivos en consecuencia, ya que participar activamente genera mayor compromiso, motivación y esfuerzo.
Asimismo, cada empleado debe tener objetivos personales y de equipo, que les anime a superarse y colaborar todavía más por el bien común.